¿Cómo me quito la ansiedad?

En este artículo exploramos las creencias más comunes acerca de la ansiedad y algunas herramientas útiles para gestionarla mejor.

11/25/20243 min read

Chica con ansiedad y dificultad para respirarChica con ansiedad y dificultad para respirar

¿Cómo me quito la ansiedad?

Esta pregunta es frecuente en sesión y se extiende junto a otras creencias respecto a cómo enfrentar nuestras emociones. Habitualmente aparece acompañada de otras frases tales como: cómo me quito la ansiedad rápido o para siempre, cómo puedo dejar de sentir malestar, miedo y angustia. Lamentablemente en el presente vivimos en una sociedad de soluciones rápidas (que quizás no siempre son efectivas más que a corto plazo). Entre estas soluciones nos encontramos estrategias para evitar nuestras propias emociones, al menos si son ‘’emociones malas o desagradables’’. De esta manera nos olvidamos de qué función cumple cada una de ellas.

¿Y si antes de quitar la ansiedad observamos para qué se encuentra ahí?. Es importante recordar que la ansiedad es un sistema de alerta de nuestro cuerpo, nuestro sistema nervioso se activa ante un estímulo estresor para ponernos a salvo. Si nos encontráramos en la naturaleza veríamos esto con claridad: me persigue un león por lo que todo mi cuerpo se activa para ponerme a salvo cuanto antes y echar a correr. Ahora bien, nosotros no nos encontramos en mitad de la naturaleza y no nos persigue un león (por norma general), pero lo que sí nos ocurre es que (a diferencia de los animales) somos seres verbales, y nuestros pensamientos nos persiguen día y noche indicando un peligro constante: ‘’olvidé pagar el seguro, mañana tengo que recoger a mi hijo antes del colegio, debo recordar que Fulanito me pidió aquel favor, además mi jefe necesita que acabe este proyecto antes del miércoles, y me cuesta dormir, si no duermo no podré concentrarme…’’.

Para entenderlo mejor pensemos en la alarma de una casa, funciona de forma efectiva porque se activa cuando alguien intenta entrar forzando la puerta o acceden sin permiso. Pero, ¿qué sucedería si esa alarma se activara al entrar en contacto con el mismo aire o ante la presencia de una mosca?. Tendríamos todo el día esa alarma encendida y dejaría de ser efectiva.

Con la ansiedad generalizada y el estrés prolongado en el tiempo sucede algo parecido: nuestro cuerpo lleva tanto tiempo sosteniendo esa alarma que tiene una gran dificultad para distinguir qué es realmente un peligro de aquello que no lo es, incluidos nuestros propios pensamientos. Aquí encontramos una dificultad que aparece con frecuencia en consulta: ‘’sé que tengo ansiedad pero no quiero entenderla, quiero que desaparezca’’. Y esto nos lleva a buscar soluciones rápidas que como mencionamos al principio, no son efectivas.

¿Qué ocurriría si nos permitimos el espacio necesario para aprender a gestionar esa ansiedad?, cuando nos permitimos espacio para gestionar la ansiedad conseguimos regular esa alarma encendida en nuestro cuerpo. De esta forma la ansiedad deja de visitarnos con tanta frecuencia, porque estamos atendiendo a sus avisos en lugar de ignorarla.

Te invito a probar el siguiente ejercicio breve:

- La próxima vez que aparezca tu ansiedad procura darte 5 minutos para ti, busca un lugar cómodo para sentarte. Observa esos pensamientos que aparecen y pregúntate a ti mismo, ¿qué suelo hacer cuando me siento de esta manera?. ¿Qué significa para mi que X situación me genere nervios, malestar,...?

- Si tienes la oportunidad te animo a que pruebes esta relajación progresiva breve para conectar con tu cuerpo y observar las sensaciones físicas que encuentras. Te invito a observarte sin juicio, notando cómo se encuentra tu cuerpo y qué ocurre cuando escuchas esos pensamientos:

Es posible tener una relación sana con nuestras emociones, por lo que si encuentras dificultades para relacionarte con tu ansiedad te invito a agendar una primera sesión en consulta donde exploremos tu caso.

Agenda tu primera sesión sin compromiso.

¿Sientes ansiedad con frecuencia?, ¿te resulta difícil gestionar tu malestar?.

Te invito a conocer tu ansiedad y descubrir nuevas formas de gestión emocional.